6 expresiones en español y su origen

En nuestro día a día solemos utilizar muchas expresiones de las que conocemos su significado pero no su origen. Muchas veces se trata de un origen histórico curioso detrás de algunas expresiones. A continuación te explicamos de dónde vienen seis expresiones muy extendidas en español.
El que se fue a Sevilla, perdió su silla.
Usamos esta expresión cuando se pierde una cosa o privilegio después de abandonarlo durante un periodo de tiempo corto.
Alonso de Fonseca El Viejo fue nombrado arzobispo de Sevilla en 1454 y ayudó a que su sobrino, Alonso Fonseca el Mozo, fuera nombrado arzobispado de Compostela (Galicia). El problema era que El Mozo había estado implicado en varias trifulcas y escándalos. Por ello, Alonso el Viejo decidió ir a Compostela a solucionar los problemas. Mientras él estuviera allí lo sustuiría su sobrino como arzobispo de Sevilla. Alonso el Viejo tardó cinco años en resolver los conflictos en Compostela y el Mozo se dio cuenta de que le gustaba más estar en Sevilla. Así cuando su tío volvió a Sevilla, el Mozo se negó a devolver el arzobispado y tuvieron que intervenir el rey y el papa para que se lo devolviera. De esta historia surgió la frase “El que se fue de Sevilla perdió su silla” que con el tiempo se convirtió en “El que se fue a Sevilla perdió su silla”.
Sin decirle agua va.
Se utiliza para expresar algo que ocurre por sorpresa, sin ningún aviso previo. El origen tiene que ver con una costumbre de la época colonial. Por las noches, en las casas se reunía la orina en recipientes y por la mañana se arrojaban estos líquidos a la calle de tierra por una ventana. Normalmente, antes de hacerlo se advertía a la gente que pasaba por la calle con la expresión “agua va” para que no les sorprendiera al pasar por allí.
Salvarse por los pelos.
Antiguamente se necesitaba mucha gente para trabajar en los barcos ya que estos servían como medio de transporte para personas, mercancías, para explorar o para los ejércitos. Sin embargo, en esa época pocos sabían nadar y cuando caían al agua había que agarrarles rápidamente y, en ocasiones, solo los atrapaban por el cabello de la cabeza. Para que fuera más fácil, debían dejarse crecer la melena para que pudieran salvarse por los pelos.
Al pie de la letra.
La expresión al pie de la letra se utiliza para indicar que algo se ha hecho o dicho de manera literal y sin variaciones. Viene de la expresión en latín ad pedem litterae (al pie de la letra) y comenzó a utilizarse a partir de la Edad Media. En esa época la mayoría de los libros publicados en Europa estaban escritos en latín. Más tarde, se decidió traducirlos para que fuesen entendibles. De esta forma, los escribanos encargados de realizar las traducciones ponían al pie de cada palabra en latín su traducción a la lengua correspondiente. Y de ahí surgió “al pie de la letra”.
De un plumazo.
Hacer algo de un plumazo significa que se hace con rapidez, sin enredarse en trámites u obstáculos. Esta expresión tiene su origen en la época en la que los libros y sus copias eran escritos a mano. Todo el trabajo de escritura se hacía con una pluma. Cuando estaban listos, todos los ejemplares eran revisados por los censores que solían ser representantes de la Iglesia. Estos tachaban las partes con un gesto de muñeca que pasó a ser conocido como plumazo que con el tiempo se convirtió en “de un plumazo”.
Medias tintas.
Si se hace algo “con medias tintas” o “a medias tintas” significa que se hace de forma superficial, ambigua o vaga por precaución o recelo. Esta expresión también tiene su origen en la época en la que se empleaba una pluma que había que mojar en un tintero. Los escribanos se dedicaban a escribir las cartas o manuscritos para otras personas a cambio de dinero. Para que les saliera más rentable, mezclaban la tinta con agua o empleaban una más económica. Con el tiempo parte de los textos se iban borrando y se convertían en ilegibles.
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